El estrés y la ansiedad cual sea su causa, pueden manifestarse tanto en nuestra piel como en el pelo y uñas, pudiendo agravar dermatosis preexistentes. Desde la alopecia areata (pérdida localizada del cabello), hasta la caída masiva del cabello, debidas, en su mayoría a una alteración del sistema inmunológico.
Las carencias o déficit nutricionales, falta
del sueño, cambios hormonales, embarazo, lactancia, menopausia, el
sedentarismo entre otras condiciones, elevan el nivel de cortisol, conocido
como la “hormona del estrés”, traduciéndose en algunos casos en resequedad
cutánea, que conlleva al impulso incontrolable de rascarse, que repercute
a su vez en infecciones bacterianas y /o reactivación de infecciones
virales como el herpes simple.
A juicio de la doctora Sheila Féliz Abreu de
Hospiten Bávaro, es sorprendente el impacto que tienen los trastornos del
estado de ánimo en la piel “los parches redondeados alopécicos o
sin pelo, descamación o caspa adherente a nivel de la barba en los
varones, puede ser signo de trabajo forzado, falta de sueño pero también la
expresión de enfermedades subyacentes”.
“Otras enfermedades detonadas por el
estrés como la urticaria o ronchas súbitas, el eczema, liquen
plano, la psoriasis, la dermatitis seborreica o esa caspa
excesiva que vemos que a veces trasciende el cuero cabelludo y puede
pasar a los párpados, a los surcos de la nariz, nos indican cuando el
paciente está sobrepasando sus límites¨, puntualizó Féliz Abreu.
También -explicó- que formas más severas
pueden afectar el tórax y genitales externos con marcado eritema y
descamación. Afecciones en codos, rodillas que se tornan blanquecinas,
escamosas y adherentes pudiendo sangrar al removerlas nos orientan
al diagnóstico de psoriasis en sus diferentes variantes, como la “
inversa o invertida afectando pliegues submamarios, inguinales axilares ,
que muchos confunden con micosis y se automedican sin resultados favorables,
postergando el diagnóstico oportuno “y el vitíligo que es esa enfermedad
autoinmune que despigmenta la
piel”.
“Cada vez con más frecuencia, pacientes acuden
a nuestra consulta buscando tratar las manchas y cicatrices causadas por
el acné, esto les genera ansiedad, temor, vergüenza, agravado por
el maquillaje, sudoración con abuso del uso de mascarillas, esto más en
adolescentes, aún en espacios abiertos por temor a ser vistos o
juzgados por la calidad de su piel, magnificado por los falsos
ideales que se muestran en las redes sociales por los usos de filtros.
Sin embargo, la doctora Féliz Abreu aclaró :
“no estoy diciendo que solo se trata de estrés, es de ahí la
importancia de una adecuada investigación oportuna para saber cuál es el
trasfondo que determina esas condiciones”.
Indicó que el chequeo dermatológico es tan
importante porque se pueden “descartar otras patologías que sí existen,
como los ácaros, por ejemplo, que pueden causar picazón y no podemos
decir que eso está en la mente de la persona”.
La Dra. Féliz Abreu señaló que la historia
clínica y el examen físico minucioso, permiten establecer el diagnóstico
oportuno, aunado a los estudios de laboratorio y biopsia de piel de ser
necesaria, todo esto en conjunto son las herramientas adecuadas
para un tratamiento eficaz.
En ese sentido, la doctora Sheila Féliz Abreu
aseguró que aunque se tenga una piel sana lo más conveniente y recomendable es
asistir al dermatólogo un mínimo de dos veces al año, pero si ocurren cambios o
crecimiento anormal de lunares , es muy importante que asistas con
anticipación.
Dijo que una buena alimentación y
suplementación equilibrada con frutas, vegetales, proteínas, sobre todo
una ingesta adecuada de agua, un mínimo de dos litros al día, en un clima
tropical ,ejercicio físico, exposición solar antes de las nueve de la
mañana o sobre las cinco de la tarde de 15 a 20 minutos, repercute rápidamente
en su bienestar y mejor aún evidentes en su piel.
Cuidarla desde el nacimiento es
prioridad, pues se trata del órgano más extenso del cuerpo que representa el 6%
de su peso y que regula las funciones vitales como la temperatura
corporal, ayuda a la desintoxicación, a sintetizar la vitamina D
cuyo déficit se traduce en fatiga y depresión, y sirve de abrigo
natural ante las agresiones del medio ambiente.
Comentarios
Publicar un comentario