Es difícil alcanzar
una meta cuando los obstáculos te lo impiden, enfrentarse a las adversidades
para lograr un propósito, es el diario vivir de muchos y más cuando se trata de
la educación académica y la obtención de un título universitario.
Es un
calvario que aun hoy en día viven los estudiantes, mientras dan lo mejor de sí mismo
para llegar lejos se encontraran con baches los cuales pasan de ser maestro a
ser profesor dos términos que aunque lo parezca no significan lo mismo.
El rol de un
maestro es el de guiar a los estudiantes para que puedan avanzar con seguridad
y éxito en su camino académico y, en cierto modo, ser una suerte de referencia
moral para afrontar sus años de educación y su vida en general, en cambio el
profesor es un docente especializado en una materia específica, de la que se
supone es experto y para la que necesita una titulación.
Es duro
cuando el don de motivar cae y solo se vuelve un mato gris de desmotivación y desilusión
para quienes solo quieren aprender y mejorar.
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